martes, 26 de junio de 2007

La felicidad es una mariposa


La felicidad es una mariposa, que gira incansablemente delante de nuestros ojos.
Una mariposa de colores vibrantes, alegres y brillosos, que aletea, gira, se aproxima y se aleja, provocadoramente.
De pronto, se detiene sobre el pétalo de una flor y parece que va a perpetuarse allí, aspirando su aroma. O se posa sobre el alféizar de una ventana, o sobre el marco de una puerta, o al borde de la mesa del jardín.
Y permanece allí, tan frágil, pero a la vez tan sólida en la fuerza que le da el disfrute de su libertad, al alcance de nuestras manos, entregándose, convocándonos en un silencioso.

Entonces, sucede que extendemos la mano y la tomamos, suavemente, respetuosamente, casi con miedo de dañarla. La miramos, con ojos afectuosos, amantes, dichosos... y la retenemos entre los dedos, sabiendo que si la soltamos volverá a marcharse, aleteando grácil y preciosa, en busca de un nuevo destino. Pero como no queremos renunciar a su belleza, buscamos como conservarla. Y solo encontramos un recurso: colocarla entre las páginas de un libro, un libro apreciado, amado, protegido y valorado, que se convertirá en su carcelero. Y en su verdugo, también. Porque allí morirá la mariposa, aunque conserve su forma y sus colores. Aunque nunca escapará, dejará de ser ese ser dichoso y frágil que deseábamos tener entre los dedos. Entonces, habrá dejado de ser la felicidad para nosotros y saldremos a buscar una nueva mariposa.

2 comentarios:

maría magdalena gabetta dijo...

Cuánta verdad en tus palabras!!! Besos. Magda

Unknown dijo...

Me gusta muchisimo lo que escribis!!!!! tenes alguna otra pagina donde pueda encontrar todas tus maravillosas escrituras?
marylena9@gmail.com